Mimono, la nieve, las señoritas piceas y nosotras las mujeres
Mimono me pidió que lo llevara a ver la nieve en la montaña. Al principio me negué: la vida del miquito amazónico podría estar en peligro en temperaturas bajo cero.
Mi amigo insistió: Juanita, llévame y vemos a las señoritas piceas. Ya verás cómo te gustará conocerlas: son fuertes, valientes y seguras de sí mismas. Orgullosas de su edad y con absoluta confianza en el camino escogido.
Ante tal argumento, me dejé convencer.
¿Y si las señoritas piceas fueran unas maestras para las mujeres que llegamos a los cuarenta?
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