El señor de los milagros – Segunda parte
Pidiendo un milagro para salvar a mi monito vi una sombra extraña en un lugar donde habitualmente no hay nada.
¿Vi un fantasma? ¿Soñé? La única manera de saber era volver al sitio y ver.
Entre tanto mi miquito seguía enfermo.
Un milagro, por favor, que ocurra un milagro; hasta en mis sueños yo seguía rogando.
La vida es movimiento, la vida es cambio y en estas épocas extrañas, por donde lo veamos estamos soñando.
Pero incluso cuando soñamos, hay cosas que están ahí y que uno no quiere ver.
Tiempo de lectura: 14 minutos.
©Por las ramas